¿Y tú quién eres?

He conocido a muchas personas en mi vida, y a todas las puedo catalogar en dos categorías:
Las que tuvieron éxito y las que nunca han fracasado.
¿A cuál perteneces tú?
-Emilio-

El tiempo ni se compra ni se vende.
El tiempo se disfruta y se comparte.
¡El tiempo es único!
-Emilio-

"El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen" - Johann W. Goethe-

viernes, 3 de enero de 2014

¿Eres Proactivo o Reactivo?



¿Eres Proactivo o Reactivo?




Hace unos días oí decir a alguien que sus buenos propósitos y deseos para este nuevo año 2014 serían dejar de fumar, ir al gimnasio y ponerse a dieta. Para decir seguidamente: “…bueno, voy a ser realista y mis deseos serán la paz mundial y erradicar el hambre en el mundo”.

Casi el 80 % de mis clientes de “LifeCoaching” son clientes que solicitan mis servicios bien porque se encuentran inmersos en un proceso traumático, o bien porque acaban de pasar por uno. Pero son muy pocos (sin tener en cuenta Coaching Ejecutivo, Profesional o Empresarial) aquellos que me solicitan un verdadero proceso de “entrenamiento psicológico” con el fin de prepararse y “tonificarse” para la “dura competición de la vida”.

La gran mayoría de nosotros nos sentimos muy “seguros” (cómodos) en nuestra “zona de confort”; con nuestros hábitos, nuestras creencias y nuestros pensamientos (limitantes o no) adquiridos y programados a lo largo de nuestra vida. En este día a día, semana a semana, mes a mes, no nos cuestionamos la validez de estas creencias, pensamientos o “aquello” que denominamos “nuestros valores”, con respecto a los verdaderos principios básicos que si rigen nuestra vida interior.
Entonces, sólo somos capaces de afrontar dramas o problemas graves cuando estos aparecen de una manera intensa o traumática en nuestra vida, y es en ese momento cuando averiguamos que no estamos “entrenados”,  que no tenemos “tono muscular” (psicológico), que no estamos preparados para afrontar dicha situación, y de que esta situación nos supera. 

Y es entonces, cuando nos damos cuenta de que no hemos sido personas proactivas, que llevamos toda nuestra vida viviendo según las decisiones de los demás, de las opiniones de los demás, de las críticas de los demás, de que somos dependientes de nuestro entorno y de las circunstancias que nos rodean.
Nos damos cuenta, después de tantos años, de que no hemos sido capaces de saber cómo somos realmente y que la imagen que hemos adquirido de nosotros mismos, ese conocimiento de nosotros mismos, la hemos adquirido mirándonos  en el “espejo social”. 

Nos damos cuenta de que no tenemos un nivel alto de autoestima, de que nuestro nivel de autoconocimiento es mínimo, de que no somos conscientes de nuestras emociones (hasta que éstas vienen a nosotros), y de que son las circunstancias, el entorno y las opiniones y debilidades de los demás quienes han ido delimitando nuestro camino a seguir, incluso nuestras propias decisiones.

Diariamente estamos sometidos a diferentes pruebas con problemas (más o menos sencillos) que nos surgen cada día, con decisiones que debemos tomar, con obstáculos que aparecen en nuestro camino, etc. Y, si somos capaces de ser proactivos en este momento, lo que conseguiremos será desarrollar gradualmente (entrenar) una gran capacidad para gestionar posibles futuras situaciones conflictivas, decepciones, frustraciones, disgustos o problemas mucho más importantes. 

La gente reactiva suele dejarse llevar por las circunstancias, tomar sus decisiones atendiendo a las opiniones y las críticas de los demás. Ante un determinado estímulo no tienen la libertad de elegir su respuesta, sino que le viene dada por el contexto, el entorno, sus creencias, las debilidades de los demás, etc. Suelen ser personas que necesitan que otros les aprueben sus acciones, que les eleven constantemente su EGO, se suelen rodear de personas (como ellas) que le validen su respuesta. 

La gente reactiva suele buscar la autojustificación, sólo toman en cuenta aquellos datos que justifican su paradigma, “su verdad”. Suelen llenarse de energía negativa y tienden a polarizarse. (Como decía un tocayo mío -Emilio Duró- : “Los pesimistas, los negativos, los tontos, los gafes, etc., todos suelen quedar para ir juntos a tomar café”…, para autovalidarse diría yo)

Por el contrario las personas proactivas suelen tener una alta autoestima, un alto conocimiento de sí mismos, de sus principios y de sus valores. Y suelen actuar en base a estos valores, actuar según sus propios objetivos marcados en su vida (su visión). Lo que no harán nunca, ante un determinado estímulo, es tomar decisiones en base a las opiniones, las críticas o las debilidades de los demás. 

“Nadie puede quitarte el respeto a ti mismo a menos que tú se lo entregues” (Gandhi)

Aquellas personas reactivas que suelen actuar en base a las debilidades de los demás, lo que consiguen realmente es debilitarse a sí mismos y adquirir, cada vez más, dependencia de éstos para seguir complicándose la vida a sí mismos.

Este tipo de entrenamiento (proactividad) supone mucho trabajo, supone un gran cambio en la vida de las personas, una importante disrupción, ya que pasan de ser personas dependientes de la aprobación de los demás, a ser personas que asumen su responsabilidad ante la capacidad de elegir su propia decisión. Sobretodo es una labor muy costosa para aquel tipo de persona que se ha pasado la vida culpando a las circunstancias o a los otros de sus propios fracasos.

Te propongo que a partir de hoy dejes de utilizar pensamientos y lenguajes donde intervengan palabras como:

“Tengo, debo, tan solo, no puedo, siento que no soy capaz, yo soy así, lo intentaré, etc.”

Y pases a adoptar una nueva forma de pensar y hablar en relación a:
“Yo elijo, yo prefiero, sí, no, lo haré, quiero hacer esto, puedo mejorar, etc.”

¡Sé proactivo!


    "El hombre superior se exige todo a sí mismo, el hombre mediocre lo espera todo de los demás"  (Confucio)