LA “ESCUELA” TRADICIONAL HA DE MORIR Y DEJAR PASO A LA NUEVA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.

 

La crisis también ha llegado (hace tiempo) al modelo educativo tradicional, que no es capaz de suministrar las nuevas competencias necesarias para la sociedad del conocimiento actual. Desde hace algunas décadas, en casi todo el mundo, se intenta preparar a los jóvenes para vivir en un mundo con una economía y una sociedad que intentamos crear. El sistema educativo actual no será capaz de conseguir este objetivo, y será únicamente posible gracias a las plataformas digitales, redes y recursos digitales actuales y futuros.

El futuro de la educación está en cómo personalizar la educación, cómo personalizar la experiencia del aprendizaje. Es totalmente inviable (económicamente) con el modelo tradicional actual. Las nuevas tecnologías, las redes y las plataformas digitales ayudarán a la educación a vivir un proceso que revolucionará la manera de aprender en las aulas.

 

El conocimiento no es difícil de conseguir, ni es escaso, ni depende de que tengamos a un profesor frente a nosotros en el aula dándonos datos de valor. El conocimiento es obicuo, y lo podemos adquirir de infinidad de formas posibles a través de las nuevas tecnologías. El futuro es digital y los alumnos actuales son el futuro, por lo que el sistema educativo actual está en crisis, no cubre las necesidades básicas y su modificación paulatina no es lo suficientemente rápida.

 

No planteo la adaptación de las nuevas tecnologías al sistema educativo tradicional actual como una herramienta, ni como un añadido a la escuela tradicional, sino las nuevas tecnologías como una plataforma en sí misma que hará asequible y factible la personalización del aprendizaje. Este modelo difiere cada vez más de la imagen tradicional que tenemos del aula con profesor. Donde se pueden incorporar diferentes modelos didácticos, donde podemos crear diferentes comunidades y redes que faciliten el aprendizaje, donde los alumnos trabajan en grupo, donde los alumnos colaboran con otros alumnos, donde ayudan o enseñan a otros, donde el profesor resuelve dudas y va de un lado para otro orientando. El cambio rompe la jerarquía profesor alumno por un sistema más colaborativo, trabajo en equipo y responsable, donde los alumnos se supervisan entre sí bajo la mirada y orientación del profesor.

 

Es fundamental desarrollar las competencias y habilidades necesarias para el mundo de hoy:el trabajo en equipo, la colaboración, y más en concreto la colaboración con desconocidos, no sólo con nuestro grupo de amigos y/o compañeros sino también con otras personas totalmente desconocidas y alejadas físicamente de nosotros. Trabajar en equipo creando valor incluso con personas que no sean afines o no nos gusten.

Actualmente sufrimos un gran número de deserción escolar, por lo que se nos presentan grandes retos como la motivación y  adaptar la educación al ritmo y forma de vida de los jóvenes de hoy. Fundamental también es la introducción de la Inteligencia Emocional en el sistema educativo, ser capaces de identificar y controlar las emociones, educar en optimismo, superación, alegría, en habilidades sociales como comunicación, empatía, asertividad, etc.

 

El sistema educativo actual no puede seguir funcionando así y aunque el nuevo sistema educativo todavía no está definido sí que sabemos que en el futuro hablará el lenguaje de la nueva generación digital y encontrará apoyo en las nuevas tecnologías e Internet. La tendencia del sistema educativo gira hacia la personalización de la formación, el alumno elegirá lo que quiere aprender y administrará su ritmo mediante la supervisión de un tutor, quien deberá seguir también el desarrollo emocional de los alumnos. Y por tanto el aula perderá su entidad física actual.

 

Muchos prejuicios están en que la formación por plataforma on-line conlleva el anonimato, la soledad, la distancia, exclusión, etc. Pero no es así, muchos de los que somos “teletutores”, “e-teacher”, etc., y además también profesores en cursos presenciales, sabemos por experiencia y en nuestra relación con los alumnos que con los “alumnos on-line” mantenemos una relación más cercana, más individualizada, más instructiva e íntima que en la relación en el aula tradicional, donde siempre existe un porcentaje de alumnos que su interacción es menor que la de otros alumnos y donde el profesor no puede llegar al 100% de los alumnos, debido al tiempo limitado para tratar con todos los alumnos simultáneamente.

 

Nos encontramos en la incipiente fase del aprendizaje electrónico, donde actualmente ya existen plataformas, software educativo y oferta on-line muy sofisticados que nos permite aprender cualquier tipo de materia, desde una perfecta clase de química (mejor impartida que la gran mayoría de los profesores), hasta idiomas, dibujo, música, etc. Los jóvenes actualmente ya están aprendiendo lo que les interesa de las plataformas digitales, y tenemos dos opciones: podemos negarlo o bien aceptarlo y trabajar en esta dirección.