¿Eres un Ignorante Emocional?
La
experiencia y la vida nos demuestran que el coeficiente intelectual nos asegura
un éxito profesional tan sólo del 10% al 20%. Esto deja el otro 80% o 90% a lo
que los padres hacen en la educación de los hijos. Es decir, de cómo son
capaces de enseñarles a conocerse a sí mismos, de controlar sus impulsos, de
desarrollar su nivel de optimismo, de gestionar los problemas de la vida, de
interactuar con los demás, de colaborar, de consensuar, de entender y
empatizar, de ayudar a los demás, de su conciencia social, etc. Quiero decir, de
cómo desarrollen la Inteligencia Emocional y Social.
Los
déficits en Inteligencia Emocional y Social (“Analfabetismo o Ignorancia Emocional”)
suelen ser muy evidentes en algunas personas, y estas personas suelen tener
gran dificultad para detectarlos mientras éstos están produciéndose.
Si
descubres que te sucede alguno de los siguientes comportamientos que voy a
describir, piensa que deberías plantearte un cambio en tus pensamientos,
comportamientos y/o hábitos que seguro estarán “saboteando” tu vida:
1.- Si eres una persona
reactiva en vez de proactiva, y en vez de tomar decisiones, asumir tus
responsabilidades sueles dejar pasar las cosas, dejarlas para otro día,
responsabilizar a otras personas o circunstancias de aquello que te sucede,
entonces estás entregando el destino de tu vida a las decisiones o actitudes de
los otros o de las circunstancias. Hay dos tipos de personas, las que se quejan
o dan explicaciones y las que actúan o dan resultados.
2.- Si no dedicas un tiempo a
realizar autoconocimiento e introspección, es decir a pensar y meditar sobre tu
vida estarás destinado al fracaso, ya que no tendrán una auténtica conexión con
tu “yo interior” (en otro momento hablaremos sobre “yo público”, “yo privado” y
“yo interior” y su necesaria alineación entre los tres) y tu verdadero sistema
de Valores. Es decir, estarás determinado por los “valores de moda” y no por
los Valores o Principios fundamentales.
3.- Las personas que tienen
éxito saben que “haciendo las cosas de la misma forma, se consiguen los mismos
resultados. Pero haciendo las cosas de diferente manera se consiguen resultados
diferentes”. Parece un principio básico y simple, pero la mayoría de la gente
que quiere realizar un cambio pretende hacerlo sin cambiar sus hábitos. Si
realmente piensas que haciendo las cosas de forma diferente conseguirás cosas
diferentes, podrás cambiar aquello que “no te funciona”.
4.- Muchas personas realizan
el proceso de “victimización” para obtener la atención y comprensión de aquellas
personas cercanas a ellas. Esto se puede convertir en algo parecido a un “efecto
placebo” que nos hará sentir bien y por tanto iremos convirtiendo en hábito y asimilando
a nuestro “carácter”, pudiendo llegar a convertirnos en verdaderas personas “tóxicas”,
de quienes, nuestros amigos y familiares, se alejarán porque les produciremos
hartazgo y malestar emocional.
5.- Deseo cambiar pero pienso
que no hay nada que pueda hacer para influir en mi entorno o circunstancias. “Yo
no puedo hacer nada”. Por tanto, lo que ocurrirá
es que estaremos autoprogramando nuestro cerebro para trabajar con el mínimo
esfuerzo, descartar cualquier capacidad de creatividad, no buscar soluciones, y
por tanto no abandonar nuestra “zona de confort” (en otro momento también
hablaré sobre la “indefensión autoaprendida” relacionada con este tema).
Analiza cada uno de estos cinco
puntos descritos y, como suelo decir, “desaprende” y adquiere consciencia. El
hecho de adquirir consciencia ya te vuelve más “inteligente emocional”
Si crees o sientes que debes
realizar un cambio en tu vida, te aseguro que por pequeña que sea la acción que
emprendas te dará grandes resultados y recompensas, sólo se trata de adquirir
consciencia y valorar lo importante de tu vida sobre lo “urgente”.
¡Desaprende!