¿Existe la suerte?
La suerte, la mala suerte o la buena suerte, no existe como
tal. Llamamos suerte (buena o mala) a la valoración sobre un resultado de un
acontecimiento que nos ocurre en un momento determinado y que valoramos según
nuestros propios paradigmas.
Si buscas la “Suerte” debes tener tres aspectos
fundamentales: oportunidad, preparación y actitud.
Oportunidad: Si no detectamos las oportunidades no podremos
actuar y obtener un resultado positivo (que denominamos buena suerte).
Preparación: Si no estamos preparados no podremos detectar
las oportunidades para actuar, y lo que haremos será dejar escapar esa
oportunidad y justificarlo con “mala suerte”.
Actitud: La actitud es fundamental, actuar, actuar y actuar.
Nuestra vida estará determinada por nuestra capacidad de tomar decisiones
frente a determinadas circunstancias o situaciones.
Así pues:
O + P + A =
Suerte
Para convertir esta “Suerte” en buena o mala ya sólo depende
de tu capacidad de controlar las diferentes circunstancias que pudieran darse
en cada una de las situaciones vividas y de tu valoración personal sobre el
resultado obtenido.
Si el resultado obtenido (ha intervenido un hecho
circunstancial no controlado) se acerca a nuestras expectativas y le podemos
encontrar un aprendizaje y una forma de
valorar la nueva situación en contraste con otra peor u otro posible resultado
más alejado de nuestras expectativas, le llamaremos “buena suerte”.
Si el resultado obtenido (en el que también ha intervenido
un hecho circunstancial no controlado) no se acerca a nuestras expectativas y
sólo somos capaces de detectar los puntos negativos, no aprendemos nada y la
valoración la hacemos contrastándola con una hipotética situación mejor (o más
cerca a nuestras expectativas), le llamaremos “mala suerte”.
Por tanto a la fórmula “O + P + A = S” habría que añadirle
las variables de control de las circunstancias o posibles situaciones que se
pudieran dar y la valoración del resultado obtenido según nuestras expectativas
y nuestro paradigma.
Os dejo una pequeña “historia” muy popular:
¿MALA SUERTE, BUENA SUERTE?
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un
caballo para cultivar sus campos. Un día el caballo escapó a las montañas.
Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaron para condolerse de él y
lamentar su desgracia, el labrador les replicó:
-¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?
Una semana después el caballo volvió de las montañas
trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron
al labrador por su buena suerte. Este les respondió:
-¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de los
caballos salvajes, fue desmontado y se rompió una pierna. Todo el mundo
consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir:
-¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?
Unas semanas más tarde el ejército entro en el poblado y
fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones
para ir a la guerra.
Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo
dejaron tranquilo y no fue a la guerra.
-¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién lo sabe?
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