¿Y a ti
qué te mueve, los principios o tus valores?
¡Mis empresas están basadas
en valores!. Sí, pero todas las empresas se basan en valores, hasta Hitler se
basaba en valores; ahora bien, y la cuestión es ¿los valores están alineados
con los principios?
Si los valores (Indicadores
de la conducta, temporales y pueden cambiar, son el por qué hacemos lo que
hacemos. Pueden ser personales o sociales.) y los principios (Parámetros que
nos permiten medir las consecuencias de nuestras conductas, son atemporales y
universales. Son el cómo te gustaría que fuesen los “otros” y cómo te gustaría
que te traten a ti.) se encuentran alineados, entonces estamos hablando de lo
mismo, no hay diferencia.
Entender los principios es
un esfuerzo constante y que no debemos dejar de hacer. Un principio es un hecho
real, es algo que no puede dejar de existir. Como la ley de la gravedad, es
inevitable, no podemos obviarla, ni actuar como si no existiese realmente. Los
principios no los podemos romper, somos nosotros los que nos rompemos contra
ellos.
Nosotros controlamos
nuestras acciones, pero las consecuencias de nuestras acciones están
controladas por los principios, Abraham Lincoln decía “La gente está de paso,
pero los principios perduran”.
¿Cuántos de nosotros, en el
colegio, estudiábamos sólo la noche antes del examen?
Y ¿Cuántos agricultores,
creéis, que sólo trabajan el día antes de recoger la cosecha?, El día de antes,
siembran, riegan, limpian, labran, etc., lo hacen todo justo el día antes de
recoger la cosecha. Pero eso sí, se esfuerzan mucho, apenas duermen el día
antes de la cosecha, mucho interés, motivación y esfuerzo no faltan.
Bien, esto es un absurdo,
porque la cosecha está gobernada por principios, y no por valores sociales.
Y nuestra salud física,
emocional, espiritual y mental... ¿Está gobernada por principios o por valores?
Principios¡¡¡
Debemos ser conscientes de
que tratamos con realidades, con principios que nos sobrepasan. No tenemos el
control, los principios lo tienen.
Los principios son Leyes
naturales, objetivas, verdaderas y externas a nosotros. Pero también son
evidentes en sí mismos.
Por ejemplo, para cualquier grupo de personas informadas que
actúen de forma libre y sinérgicamente, los sistemas de valores son los mismos.
Sin importarles los antecedentes, religión, cultura, nacionalidad, raza,
género. Sin importar el nivel que tienen en la empresa, sin importar la
industria o la profesión. Los mismos valores fundamentales son Universales,
representan lo que llamamos Principios. Algunos de éstos tienen o gozan de un
consenso generalizado: Integridad, Respeto, Servicio, Contribución, Bondad,
Dignidad, Justicia, cierto trato a las personas. Estos principios los
define Steven Covey como universales y atemporales, en su libro “El 8º hábito”.
S. Covey también nos señala que
la Humildad es la madre de todas las virtudes. Apertura, Aprendizaje,
Sensibilidad, Conciencia de realidades externas. Si puedes cultivar todo esto y
aplicarlo con otros, cambiarás la naturaleza de tu cultura y se volverá una
cultura basada en Principios, y no centrada en Valores Sociales (de moda).
Si un determinado valor nos
lleva a una determinada acción, pero en la acción perdemos la base del
principio que lo sustenta, la práctica del valor no se asienta en las
consecuencias que el principio contiene. Por ejemplo, la práctica del respeto,
a todos nos interesa mucho ser respetados, pero no siempre nosotros actuamos en
base al respeto en la búsqueda de nuestros objetivos personales. Y como
consecuencia, caemos en la mediocridad, en prácticas que difuminan nuestra
capacidad como seres humanos.
Repito, si los valores y los
principios se encuentran alineados, entonces estamos hablando de lo mismo, no
hay diferencia, sólo es semántica.
Ahora bien, pero si no están
alineados, será mejor que veas qué es un principio y qué es un valor
establecido; y después trabaja para alinearlos.
Reto: Examina cuáles de tus valores se apoyan en
principios y cuáles no.
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