“¿EDUCACIÓN ESPECIAL?
SÍ, !PERO PARA TODOS¡”
Uno de los pilares esenciales para el éxito de la educación integrada ( y no segregada) es la interrelación de los sujetos intervinientes en el proceso (compañeros de aula, profesores, padres, resto de alumnos del colegio, en definitiva “todos”), de manera que todos sean tratados de igual a igual, sin prejuicios ni limitaciones por parte de los “otros”. Precisamente uno de los efectos negativos que produce el enfoque tradicional es que el profesor delimita y tacha al niño con un determinado handicap como ” persona especial que tiene un defecto “, y distinguiéndolo del resto de niños del aula bien con un trato más afable, más condescendiente, etc..., !le obligamos a que se sienta distinto y “menos válido”!. Y lo que es más importante, transmitimos la idea al resto del aula, que se percata y asimila con facilidad. Esta idea (insisto, que reforzamos los educadores con nuestra actitud) ocasionará que el resto del aula limite y mida sus experiencias y relaciones con este niño. Una de las muchas actuaciones que hacemos con él, por ejemplo cuando le retiramos del aula ordinaria y de la interrelación con sus compañeros, le hacemos sentir “persona especial” y “persona distinta” que el resto de niños: Él frente al grupo, “A mí me tratan de forma distinta que a estos niños “. Debemos de ser conscientes de la importancia que tiene para la educación (en general) la interrelación que se produce en el aula, en el patio, entre el profesor con los alumnos y entre los mismos alumnos. Esta relación es o debe de ser la semilla donde se produzca el desarrollo de esa sociedad tolerante, sin distinciones ni diferencias de trato, que pretendemos construir. Y donde todo el mundo es aceptado tal y como es, sin limitaciones. En la historia de D. (Cuomo,1992) se nos refleja la importancia que tiene la relación de tipo afectivo (mediante lenguaje oral y comunicación no verbal) entre la niña y su madre. “La niña sonríe y sólo reconoce a su madre cuando viene a recogerla. A los demás, a los compañeros, los evita en su recorrido como si fuesen obstáculos, como si fuesen muebles”. Para D. la madre es la base en la que orienta sus recuerdos y organiza su memoria: caricias, abrazos, sonrisas, contactos físicos, palabras, etc. Es quien le proporciona la seguridad, quien le proporciona el habitad en el que se desenvuelve con más libertad la niña. Aparte de la eficacia que tienen los contactos físicos son también eficaces las palabras que intercambian niña y madre produciéndose la mayor parte de la conversación desde el nivel óptimo (según el Eje socio-petal), desarrollándose cara a cara.
Cuomo en su libro “La integración escolar. ¿Dificultades de aprendizaje o de enseñanza?” nos propone reconceptualizar las dificultades educativas y/o aprendizaje de forma positiva. Tener presente que las dificultades acusadas significa que debemos de cambiar algo ( estrategias, tácticas, etc.) desde el contexto del aula donde el profesor y el alumno aúnan esfuerzos para la construcción del conocimiento basado en la experiencia personal. (N. Illán, 1993).
Por tanto, debemos de construir un nuevo modelo de enseñanza integrada (distinta a la tradicional segregada) y no hablar de rehabilitación; debemos de construir ese nuevo modelo bajo el punto de vista de la diversidad; basando y centrando el proyecto educativo en la persona “diferente”; teniendo así la oportunidad de cambiar y mejorar el estilo y forma de enseñanza. Existen ritmos de aprendizaje distintos y no deficiencias; por lo que debemos de adaptar el sistema de enseñanza: educaremos para la autonomía de cada individuo y no para la dependencia. El epicentro debe de estar en la diversidad. Tal y como señala Cuomo “se debe de traspasar la individualidad y considerar la integración como una misión conjunta, dejando de tener el sentido individualista tradicional ”.
“Los alumnos con necesidades especiales no requieren integración. Requieren educación.” (Hegarty y cols.,1981)
. “La tarea de la escuela consiste en promover el aprendizaje de los alumnos y en crear las condiciones bajo las que tenga lugar el aprendizaje apropiado para todos”. (Hegarty, 1994).
La integración necesita que se produzca una reforma educativa donde se garanticen las necesidades y experiencias de los alumnos, aglutinadas en un mismo entorno común. “Un nuevo modelo que compromete a la comunidad escolar y que plantea un esfuerzo al conjunto de la institución.”
“El modelo de escuela para todos supone cambiar las estructuras, modificar actitudes, abrirse a la comunidad, debe cambiar el estilo de trabajo de algunos maestros...” (R.Bautista, 1993).
En definitiva: un curriculum para atender toda la diversidad, resumiremos las características anteriores con los siguientes conceptos:
· Pluralidad, donde exista una diversidad cultural.
· No homogeneización, no ha de ser igual para todos.
· Participación, donde se ayude a conseguir la igualdad de oportunidades.
· Restrictivo, debe de establecerse en un marco normalizado.
· “Prescriptividad abierta”, los contenidos no deben de ser cerrados, se debe dejar margen a la participación liberativa.
· Concreción, los contenidos no deben de ser generalidades.
· Profesionalización, calidad mínima del sistema de enseñanza homologado.
Hegarty, Clunies y Hodson (1988) describen un curriculum de centro en el que es posible identificar cinco niveles o grados de adaptación curricullar:
· Curriculum general. Los alumnos realizan el mismo trabajo en el mismo grupo docente como compañeros.
· Curriculum general con alguna modificación. Algunos alumnos con dificultades sensoriales seguían esencialmente el mismo curriculum que sus compañeros, aparte de las modificaciones directamente relacionadas con su deficiencia.
· Curriculum con modificaciones significativas. Insistir en que el curriculum general resultase comprensible al máximo, pero teniendo más en cuenta las necesidades y capacidades específicas de cada alumno.
· Curriculum especial con adiciones. Se destacaban las necesidades especiales de los alumnos y su definición primaria radicaba en las diferencias de estos niños respecto a sus compañeros más que en las semejanzas.
· Curriculum especial. Un curriculum que guardaba escasa o nula referencia con el trabajo realizado en las clases generales. Carece de relevancia para la integración.
A partir de aquí debemos trabajar en el desarrollo de la integración de los sujetos con necesidades educativas especiales en nuestro entorno más inmediato.
Geniales las palabras de Cuomo!!! Creo que más que de integración tendríamos de hablar de inclusión, no ha de ser la persona que se integre (o integrar a la persona) sinó que la persona forme parte del sistema como un elemento más, no como un ser "extra" que se ha de integrar.
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