¿CÓMO PODEMOS PARAR EL BULLYING?
Todo empieza por tu entorno más cercano...
Da ejemplo a tus hijos y/o alumnos. Fórmate en Inteligencia Emocional y
transmite valores y habilidades personales y sociales como la autoestima, el
autoconocimiento, el autocontrol, la asertividad, el diálogo, comunicación, etc.,
pero sobre todo la empatía.
Tus hijos no se parecen a mí, se parecen a ti. Y por tanto
debes ser consciente que tus hijos se comportan como tú (quiero decir, tal y
como viven en su hogar). A veces no somos conscientes de lo que transmitimos a
nuestros hijos, por ejemplo con tan sólo comentarios jocosos, superficiales, despectivos
o “ridiculizantes” sobre otras personas.
Podemos decirles a nuestros hijos que respeten a sus amigos,
ahora bien, si luego te ven criticar a la vecina, reírte de lo obesa o no que
está, de cómo viste, etc., etiquetar con adjetivos despectivos a los
inmigrantes, insultar agresivamente e intolerantemente en la conducción, etc.,
¿Crees que tus hijos seguirán tu ejemplo o tendrán en cuenta el mensaje que les
has lanzado sobre respetar a los demás?
Forma de hacer bullying:
Físico: Agresiones y la utilización de la violencia para
humillar a otros.
Verbal: Insultos y palabras que se utilizan para hacer
sentir mal a otras personas por su apariencia física, por su religión, nacionalidad,
etc.
Ciberbullying: Agresiones y amenazas a través de redes
sociales, mensajes electrónicos, e-mails, etc.
Aislamiento social: Se trata de excluir a una persona de un
grupo e imponer que no se relacionen el resto del grupo con él. Se aísla a un niño en el comedor, en el patio,
etc.
Virtual: Uno de los más extendidos entre los adultos.
Criticar, burlarse o tratar de dañar la imagen de alguien a través de
comentarios que se realizan a otros. La calumnia, el rumor, la difamación,
etc., son ejemplos de este tipo de comportamientos.
Por tanto el primer paso para que tu hijo no cometa bullying
es dar ejemplo y respetar a los demás.
Además estoy convencido que el final del bullying viene o
vendrá cuando seamos capaces de imponer en la sociedad un cambio cultural con
estas tres medidas:
1.- Lo dicho anteriormente, educar a nuestros hijos y/o
alumnos con el ejemplo. Los comentarios jocosos y las palabras despectivas sobre los demás NO "se los lleva el viento”, las palabras “matan”.
2.- Cuando se esté produciendo un caso de bullying hacia un
niño, si tan sólo hay dos niños que sean capaces de reprobar y denunciar esta
actitud, el acosador no se sentirá tan impune por el miedo que suele transmitir
a los “espectadores” del suceso. Educar a nuestros hijos para que no sean
cómplices con su silencio y pasividad.
3.- Seguir con las medidas actuales coercitivas y paleativas
que se aplican a posteriori al acoso, además de adoptar en los centros
educativos medidas preventivas a través de proyectos de formación y desarrollo en
habilidades personales y sociales como la empatía y el respeto.
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